Good bye Bigfoot One… good bye.
Al final me lo han dado siniestro.
Casi 17 años después, mi querido "Bigfoot One" tiene que ser "jubilado".
Los ridículos del seguro me quieren dar una mierda de indemnización, cosa que no voy a aceptar… así que en breve tendremos que comenzar la dura negociación.
Mi objetivo era conseguir que mi coche volviera a estar operativo… pero en el taller me comentaron que era mejor jubilarlo ya… y que aprovecháramos los bajos precios que tienen ahora los coches para comprarnos uno nuevo.
Es triste ver como un gran coche se le trata tan malamente. Además, la valoración que te dan es ridícula y más cuando te encuentras en la red anuncios de gente que vende SINIESTROS REALES (con el chasis deformado por un golpe lateral) por 1.800€ o coches de la misma edad y semejante estado y kilometraje por 2.500 o incluso 2.800 euros y me quieren dar por mi Clio 16v unos miserables 1.000€
Me duele mucho el jubilarlo de esta manera… y quiero dedicarle este post.
Este señor coche siempre me respondió, incluso cuando hicimos “locuras” de juventud con él…
– Seguro que mis amigos Luis y Jesús aún recuerdan esa bajada a Málaga, donde pudimos comprobar como a 230 también se pueden tomar bien las curvas pero salen “mas caras” (como tragaba el jodío cuando le pisabas)
– Y me apuesto que nunca un coche fue tan aprovechado en un viaje de fin de semana a Santander, con Vi, Mai, Marilo y Diego… el coche hasta arriba de bolsas y cargado a los topes para ir a las fiestas de Comillas… ¿Os acordáis del viaje? jejeje
– Incluso cuando se puso tonto y caprichoso y se negaba a arrancar porque tenía en mente cambiarlo (menos mal que no lo hice…) Pero luego siempre arrancaba para no dejarme tirado… solo me “amenazaba”.
– O cuando me recorrí toda Málaga con él, viendo pueblos e incluso parajes de arena donde me metía para ver a un cliente… No era el coche idóneo para usarlo como comercial… pero el tío respondió sin problemas.
– O haciendo campo a través por los caminos forestales de Cazorla… jejeje – Incluso cargado hasta las orejas cuando me mude de Madrid a Málaga… y que luego le tocó hacerlo al revés para volver a los Madriles… el tio ni se quejó.
– Y ese “peaso” viaje por Asturias, llevándonos sin problemas a todos los lados… y consumiendo como un diesel (737 Kms le hicimos con un deposito… ). Nunca he querido más a mi coche cuando volvimos de hacer la ruta del Cares… estaba muerto y corrí para abrazarme a él, porque sabia que iba a descansar en sus cómodos asientos.
¿Te acuerdas amor, lo rica que nos supo la Pizza que nos compramos y comimos en el Bigfoot One? Hasta de comedor servía!!
No he tenido grandes percances con el… y siempre que los tuve se portó como el gran coche que era.
Aun recuerdo la cara del conductor de la furgoneta que me vio cruzar el coche en la subida del Gurugú, yendo a casa de mi tía, cuando pille un trecho donde se había volcado ´la carga de un camión con naftalina… El coche se cruzó completamente y me tocó contravolantear y pasar la curva con el coche cruzado…
El conductor de la furgo que iba a mi lado me levanto el pulgar en plan “Cesar Romano” como diciendo: “Que guay te ha salido tio…”
O esa vez que casi “estrenamos” el coche volviendo de Soto del Real, donde Raul y Josevi pudieron probar “como frenaba el chiquitín”.
Mi Bigfoot One ha estado en casi toda España… desde el Norte al Sur… del Este al Oeste. Ha subido puertos, se ha metido en playas, en sierras… en caminos forestales. A recorrido grandes autopistas donde se le ha visto “volar bajo” (y si no que se lo digan a varios que se pensaban que el “chiquitín” no andaba…) o ha recorrido carreteras llenas de encanto y curvas donde no importaba la velocidad y si la estabilidad.
Me lo he llevado de camping, de hoteles… o hasta de aventura sin saber donde y como dormiríamos. Cerca de 200.000 kms juntos… y ahora toca separarnos.
Alguno me tachará de idiota por dedicarle este post a un coche, a un ser sin vida. Pues lo siento. Para mi siempre será especial y le recordaré por sus múltiples anécdotas, su miles de horas de disfrute al conducirlo… o por simplemente los motes que tan cariñosamente le pusimos entre todos/as
El Valves, el chiquitín, el pelotilla, el gordito o simplemente el Bigfoot One se ha jubilado. Su hueco lo tiene que llenar un nuevo coche que ya hemos encargado.
Descansa ya campeón… ya no tienes que volar bajo más veces… Gracias por todo chiquitín.